sábado, 21 de julio de 2012

Khalil Gibran

Una mujer dijo a un hombre: - Te amo.

      Y el hombre respondió: - Mi corazón se cree merecedor de tu amor.
      Y la mujer habló: - ¿No me amas?

       Y el hombre sólo elevó sus ojos hacia ella y calló.

       Entonces la mujer gritó: - Te odio.
       Y el hombre dijo: - Pues, entonces, mi corazón también es merecedor de tu odio.



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